En este artículo vamos a abordar la relación entre los ojos y la mirada, con el chackra frontal, la mente, la consciencia y el alma. Y veremos cómo eso influye en nuestro entorno y cómo somos influidos por otros.

 Empezaremos comentando que tenemos dos ojos, que son los que todo el mundo conoce, con los que podemos enfocar hacia donde queramos para "ver" lo que nos interesa en ese momento. Y cuando hacemos eso, una parte o toda nuestra atención se suele dirigir hacia eso que miramos. Es decir, nuestra mente y nuestra consciencia (que no es lo mismo) se orientan y "miran" aquello a lo que enfocamos la vista.

Solemos pensar que los ojos son meros receptores de luz, pero no se suele saber que tenemos un tercer ojo, situado entre los dos ojos, un poco más arriba. Ese ojo en realidad es el chakra frontal, también conocido como "cuerno del mago". Se le llama así porque es capaz de hacer "cosas mágicas". Por una parte, es un receptor "extrasensorial", es decir, permite "ver" en otras dimensiones y realidades. Por otra parte, es capaz de emitir energía que "crea realidades", gobernado por la mente y la consciencia, seamos conscientes de eso o no. Y depende de si lo hace conectado y recibiendo energía desde los chakras bajos o los superiores, variará sus efectos y lo que tiende a manifestar.

Que la energía venga de los chakras bajos no es positivo ni negativo, simplemente es distinto. Que sea positivo o negativo dependerá de la intención. Igual que en un beso profundo en la boca con la pareja, la energía puede venir del corazón o de los chakras bajos o de los dos sitios a la vez. Lo primero será "emocional y muy tierno", lo segundo será "muy sexual y excitante" y si es de los dos será una experiencia sexual muy profunda y amorosa.

Cuando miramos algo, por un lado estamos "viendo" eso con los ojos, es decir la información llega al ojo, este lo transforma en impulsos nerviosos y llega a la parte de atrás del cerebro. Eso es lo que nos enseñan en educación primaria.

Pero nadie nos ha explicado que, igual que a través de los ojos estamos recibiendo energía lumínica de esa "vista", nosotros desde nuestro chakra frontal estamos emitiendo una energía hacia "lo mirado". Es imposible no hacerlo. Y dependiendo del sentimiento, pensamiento, estado emocional, etc. esa energía tendrá un matiz u otro y generará unos efectos u otros.
Los físicos cuánticos dicen que el resultado de ciertos experimentos se ven alterados si "alguien mira el experimento". Y eso es así justamente por esa energía que emitimos cuando miramos. Por eso hay muchos experimentos en los que alguien hace y "demuestra" alguna cosa, que luego no se consigue repetir. No es que el científico mienta, es que con su mente "manifestó" lo que creía que debería salir.

Para verificar esto podéis hacer un experimento. A los hombres os funcionará mejor, pero a las mujeres también. Cuando estéis sentados en un bar y hay una mujer sentada de espaldas en la barra en esas sillas altas típicas, le miráis directamente y sin reparos el culo. Veréis que casi siempre en pocos, muy pocos segundos, con las manos tirará del jersey o chaqueta hacia abajo para "taparse el culo". ¿Tienen ojos en el culo? No, simplemente han "sentido" la energía del que les "miraba el culo" y se aseguran de que no "enseñan nada". Ella no será consciente de que hace ese gesto, pero lo hace.

Necesitamos "ser mirados" para recibir esa energía y por tanto "ser reconocidos". No es por el hecho físico de enfocar los ojos hacia el otro. Es que al hacer eso le mandamos energía. Si os fijáis, la gente que pide limosna muchas veces dicen que lo que más les duele es que la gente "ni los mira", tanto si les dan dinero como si no. Y por eso tanta gente "hace cosas", a veces totalmente absurdas, para llamar la atención y que la gente "los mire". Por ejemplo utilizar "un ferrari rojo", o una moto muy llamativa, o teñirse el pelo de verde, etc.
La clave es que esa energía va asociada a la consciencia de quien mira. Y es desde ese contacto con "otra consciencia" que nos hacemos un poco "conscientes" y por eso es tan importante que seamos "conscienciados" por otro ser. En el libro "Las Nueve Revelaciones" se explica muy bien esto. (Ver articulo sobre las Nueve Revelaciones)

Cuando hacemos una videoconferencia nos sentimos mejor que si solo hablamos por teléfono con la otra persona. Pero es sobre todo porque al menos el mecanismo de reconocimiento facial del estado emocional del otro sí que funciona, y por tanto tenemos más información del otro.
Pero la energía de la mirada al proyectarse de forma "física" hacia donde miramos (sería como una linterna), se queda en línea frente a nosotros hacia el ordenador, pero no le llega a la otra persona. Por eso nos parece insuficiente. La comunicación del corazón y de la mente en sí, sí funciona igual que por teléfono, pues esa energía sí nos llega y por eso, aun faltando la energía de la mirada, nos sentimos mejor. Y el egregor energético que podemos crear, también le llegará, pero "el tubo de luz de la linterna mirando" no.

Hay un libro muy interesante basado en un caso real, "Un verano con los Leprechauns", seres diminutos. (Un verano con los duendes). En el libro, uno de esos seres diminutos le explica a la escritora que como la gente ya no cree en ellos, se están "desmaterializando", cada vez son menos físicos y más etéreos. Y es que no somos conscientes de que los seres humanos somos cocreadores. Y donde ponemos consciencia y/o pensamientos en algo, estamos poniendo, queramos o no, energía en ese algo, sea lo que sea, porque con la mente y/o la consciencia estamos activando el "cuerno del mago". Poner energía en algo significa sí o sí, hacerlo más real. No importa si queremos o rechazamos ese algo. Al ponerle energía crecerá.

Por eso, los movimientos "anti algo" nunca funcionan, porque a nivel energético TODAS las personas que están en ese movimiento están poniendo energía hacia lo que están en contra: que haya drogas, alcohólicos, guerra, etc. Esos movimientos hacen "cosas" para parar eso, pero constantemente están "aportando energía" a que haya drogas, alcohol, guerra, etc. Lo que no vemos es el 90% de la realidad, lo que vemos es sólo el 10%. Los movimientos “anti” "hacen cosas" en el 10%, pero no saben que "dan energía" al 90% que fomenta aquello.

Hay un cuento que dice que en nuestro interior todos tenemos un lobo blanco y uno negro. Y al que le das de comer (energía) es el que crece. Si queremos ser mejores, pero todo el rato nos peleamos con el negro, en realidad le estamos dando de comer y crece más y más. Sólo siendo conscientes de que existe el negro, pero olvidándonos de él y alimentamos el blanco con sentimientos y pensamientos positivos, el blanco crecerá y el negro irá desapareciendo.

Otra consecuencia de la activación del "cuerno del mago" con nuestro pensamiento y la orientación de la consciencia hacia algo, es que con ello, al funcionar desde parámetros y respuestas repetitivas, estamos reforzando constantemente esa "Matrix" donde vivimos. Tanto a nivel individual como colectivo. Por tanto, como más personas crean y piensen eso, "eso" se hace más real. Y en lo que nadie ya no piensa, tiende a desaparecer. Así históricamente, las realidades colectivas van variando. (Ver artículo: Karma i creaciones mentales)

Y eso va forjando una "realidad sólida" donde nuestra mente y consciencia se atrapan. Normalmente dicha realidad es del tamaño de nuestra cabeza. Una vez en una constelación familiar, haciendo yo de un personaje que sufría mucho, me quedé sorprendido porque resulta que esa persona vivía atrapada en una “mente” y consciencia en el centro de su cabeza que eran del tamaño de un avellana. Me quedé literalmente alucinado. Poco a poco con el trabajo de la constelación, esa "mente" se amplió al tamaño de la cabeza que es lo más habitual. Para esa persona fue un descanso inmenso. Igual que lo es para la persona común que consigue expandir su mente y su consciencia más allá del tamaño de la cabeza, con lo que todo se vuelve más fácil y hermoso.

Para ir terminando, no podemos olvidar que a los ojos también se les conoce como "la puerta del alma". A través de esa mirada, podemos, si nos dejan, entrar en "el otro" y llegar a tocar su alma. Y "el otro " puede tocar la nuestra, claro, si no, no funciona. Pero muy pocas personas confían y pocas personas se merecen la confianza para hacer eso. Además intentar eso con alguien que no quiere, puede considerarse como una "violación energética".
Muchas parejas que dicen que "se quieren mucho”, por sus propios miedos e inseguridades, son incapaces de esa mirada "profunda" entre ellos. Cuando en una pareja eso es posible, los lazos que se establecen son muy potentes y profundos al ser de alma a alma. Además, cuando eso ocurre, en esos momentos, se genera un fuerte sentimiento de bienestar, de beatitud, de fusión, de que "todo está bien". Y si eso ocurre dentro de una relación sexual profunda, eso es el Tantra o el Tao del sexo.

Pero ese «entrar dentro» solo es posible si hay una gran confianza en sí mismo y entre los dos miembros de la pareja.

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La Mirada Empática (Es otra versión un poco distinta)

Autor: Josep Vergés Fecha:  14/04/2020

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