Podemos acercarnos a este tema desde dos perspectivas: La perspectiva del alma que quiere venir y es de lo que hablaremos en este artículo, y la perspectiva de los padres que la acogerán que hablaremos en otro artículo futuro.

El alma que quiere venir, traerá su propio programa, las experiencias que quiere tener, "el karma" que le va a limitar, etc.