Otros aspectos importantes a tener en cuenta respecto a la Consciencia Corporal, es lo que podríamos llamar la “consciencia postural” y también relacionada con ella la “consciencia lateral”.
Son dos aspectos que para mucha gente que no conoce la relación entre cuerpo y estados anímicos puede parecer irrelevante, pero no lo es en absoluto como veremos en el desarrollo de este artículo y podréis experimentar con los experimentos sugeridos.
La mayoría de personas no son en absoluto, o lo son muy poco, conscientes de su postura corporal. Suelen tener una postura más o menos erguida, pero la que tienen es la que tienen y no tienen ni idea de cómo es ni por qué, ni menos que se puede modificar.
Y tampoco tienen ni idea de que eso influye en sus estados anímicos y al mismo tiempo sus estados anímicos, afectan a su postura.
Y en algunos casos a veces te haces la pregunta de cómo esa persona puede ir por el mundo, con la incomodidad que tiene que dar esa postura, y no hacer nada por cambiarla. Pero la razón es muy sencilla, su cuerpo tiene “memorizada” esa postura como la “normal”, y hagamos lo que hagamos, al final tendemos a recuperar esa “pose”.
A eso es a lo que hago referencia con el término “Consciencia Postural”. Literalmente a ser consciente de la “postura”, de cómo se sitúa tu cuerpo en la vertical, de cómo tus miembros se alinean unos con otros.

El otro término de Consciencia Lateral está también evidentemente relacionado con la postura, pero tiene un matiz particular, que tiene que ver con el equilibrio de un lado y el otro del cuerpo. Tiene que ver con el equilibrio de los dos lados del cuerpo, y eso incide en el equilibrio entre los hemisferios cerebrales, y, por tanto, con nuestro equilibrio entre lo masculino y femenino, entre la mente lineal (hemisferio izquierdo) y la mente cuántica (hemisferio derecho).

Porque es mucho más simple de apreciar, empezaremos por esta segunda parte, la Consciencia Lateral.
Prácticamente, todas las personas tienen un cierto nivel de asimetría entre un lado y el otro, aunque en algunos casos esto es muy exagerado y visible.
Si miramos una foto de la cara de cualquier persona, pero tapamos un lado y nos fijamos en los detalles de la expresión de los ojos, los labios, etc, y luego hacemos lo mismo con el otro lado, veremos una expresión muy distinta. Veremos una expresión emocional distinta y en algunos casos muy llamativamente distintas. Una puede estar como medio sonriendo, la otra medio triste o medio asustada, etc.
Cara asimetricaUn buen ejercicio es mirar fotos de familiares y comparar las expresiones de los dos lados, y luego comparar las expresiones de un lado y del otro de líneas familiares y ver las similitudes. A veces puede haber una inversión del lado con una afectación concreta de padres a hijos, especialmente cuando son de distinto sexo.
Y después de hacer ese ejercicio, con los familiares haremos lo mismo con fotos nuestras de distintas épocas de la vida y compararemos los cambios y repeticiones en distintos períodos y también dentro del mismo período. Seguramente también encontraremos unos patrones que nos siguen toda la vida, pero otros son distintos por épocas. Y también observaremos los patrones nuestros que son repetición de nuestra línea familiar.
Y para finalizar el trabajo con las fotos, nos pondremos nosotros delante del espejo, y con cualquier objeto plano que no llame la atención nos taparemos un lado de la cara y luego el otro y el otro y así varias veces, para poder ir registrando las diferencias.
También podemos fijarnos en los detalles que nos vinculen a lo observado en nuestras fotos y las de familiares.
De momento no haremos nada, ahora solo nos limitaremos a registrar esas observaciones. Tanto de forma visual (diferencias y similitudes) como sobre todo de forma emocional. ¿Con qué emociones  nos conectan esos detalles? ¿Qué sentimientos nos despierta el darnos cuenta de lo que observamos? Las dos informaciones son importantes para nosotros.

Solo a título de información, el desequilibrio entre los dos hemisferios genera esa dualidad de aspecto de un lado respecto al otro. Trabajar el equilibrio entre los hemisferios, reducirá las diferencias en la cara y la expresión. Pero reducir las diferencias de la expresión, reducirá las diferencias entre hemisferios. No puede ser de otra manera, van siempre juntos.

Bueno y ahora entramos en la consciencia postural. Aquí hablamos de cómo ponemos cada parte de nuestro cuerpo. Además, para mantener el equilibrio, es imprescindible que cualquier pequeño cambio de cualquier parte del cuerpo, SIEMPRE, es compensado por otro pequeño cambio en otra parte del cuerpo, si no nos caeríamos.
Entonces, por ejemplo porque nos sentimos sobrecargados y abatidos, echamos los hombros hacia adelante, eso implica una compensación por parte de la cadera y/o las piernas, para recuperar el equilibrio. Entonces si esa situación emocional se repite, tendemos a adoptar esa postura como habitual y llega un momento que el cuerpo registra esa postura como la “normal”.
Es decir, que nos levantamos y esa es la postura que adoptamos como estandar. El problema es que esa postura produce sensación de sobrecarga y abatimiento. Por tanto son dos elementos que se realimentan. Porque sentimos eso, adoptamos esa postura, y porque tenemos esa postura reproducimos ese sentimiento. Por tanto, lo grabamos a nivel físico-postural y emocional-actitud y uno refuerza al otro.
Y eso se va convirtiendo en parte del bagaje de cómo nos definimos normalmente ante nosotros mismos y los demás a nivel de sensaciones más habituales.
Pero la buena noticia, es que igual que uno produce el otro, si tomamos consciencia de nuestra postura, y la corregimos a una más “sana”, la parte emocional no tiene más remedio que hacer ese cambio también  a unos sentimientos más “sanos” Y al igual que en una parte de nuestra vida, de forma inconsciente o preconsciente, fuimos adquiriendo esas “posturas” físicas y emocionales, ahora de forma consciente podemos revertirlas. Esa reversión la podemos hacer cambiando la posición emocional => reversión postural, pero también al revés, cambio de postura => cambio de emociones.
Por tanto tomando consciencia de pequeños detalles de nuestra postura habitual, y corrigiéndola de forma consciente, estamos también mejorando nuestro mundo de emociones y sentimientos. Si además también vamos tomando consciencia de nuestras “posturas” emocionales y las trabajamos, el resultado es un cambio muy potente.

Para ayudar a entender más esto, fijaros en gente “rara” posturalmente hablando, que conozcáis, veréis que hay incrustado aunque inconsciente, una “postura” emocional también
Y como ejercicio, intentar poneros en las posturas habituales .de esa persona, y podréis experimentar algo cercano a la emoción o sentimiento que vive esa persona. Veréis que si adoptamos una postura concreta conectáis con unos sentimientos concretos relacionados.                                                                 
Por ejemplo, sentaros en una butaca, reclinadla un poco hacia atrás y echaros también hacia atrás poniendo las manos en el pescuezo (parte de atrás del cuello), y miráis al frente, la postura típica de jefe en las películas.
¿Como os sentís? ¿Verdad que es como la sensación de que te puedes comer el mundo? ¿Qué puedes con lo que venga? Otra cosa es que sobre todo si tenemos problemas de falta de autoestima, nos sintamos incómodos porque "no tenemos permiso" para ser prepotentes ni triunfadores.
 Y ahora al revés, ponerse así con la cabeza gacha, mirando hacia el suelo. A que os sentís que un pequeño empujón os puede vencer. Que os pueden pisar y no os quejaréis. Esta es la postura de la persona vencida, rendida, incapaz de plantar cara a las adversidades.
Podría poner muchos ejemplos, y ejercicios, pero os dejo que vosotros mismos observéis cómo os sentís delante de distintas posturas habituales de la gente que veis. Es importante exagerar un poco la postura para que la emoción sea más marcada y poder registrarla con más facilidad.

Cuando tomamos consciencia de una postura "torcida" o no armónica, o que no es la emoción en la que queremos vivir, lo primero que hacemos es rectificar la postura intentando colocarnos correctamente, justo en la postura correcta. Y típicamente a la que nos descuidamos pasados unos segundos, volvemos a la postura incorrecta. Y por más que lo hagamos volvemos allí mismo.

¿Entonces qué podemos hacer?
Bueno, el truco es realmente simple, pero hay que conocerlo. Es tan simple como exagerar la postura hacia el otro lado durante unos segundos y luego, soltar e ir a la postura equilibrada. Eso que parece muy tonto es una herramienta muy potente para recolocar posturas.
Repito, no quedarse en la postura equilibrada, sino exagerar bastante hacia el lado o posición contraria durante unos pocos segundos y soltar hasta la posición correcta.
Eso mismo sirve ante cualquier cosa que queramos cambiar en nuestra vida, siempre hay que ir un poco más hacia allí de la cuenta, para que luego con el retorno quede donde tiene que estar. Ya sea algo físico, mental o doblar una barra de hierro.

También es importante la "forma" en que nos movemos. ¿Cómo son nuestros movimientos? ¿Rígidos estilo militar, con todo el cuerpo contenido, bloqueado y tenso? ¿Armónicos como si danzáramos, estilo felino, desorganizados y patosos, etc?

Cómo nos movemos, es como funcionamos internamente y al revés. Por eso todos los ejércitos del mundo enseñan a los soldados a tener movimientos muy rígidos y contenidos, porque así la consciencia también se vuelve rígida y controlada y fácil de manipular desde las órdenes de los superiores. Y por eso los gobiernos tienden a reprimir cualquier expresión corporal libre, pues la gente "sería demasiado libre" a nivel de mentalidad.

Os contaré mi experiencia de "cambiar" posturas. En mi caso muchos de ellos han sido con plena consciencia, otros no. Pero para la mayoría de gente son preconscientes, es decir, se toman a un nivel de consciencia muy al límite de esta, y no solemos registrarlos.

Recuerdo con unos 7-10  años, andando junto a mi padre, me di cuenta de que él andaba con los pies abiertos bastantes grados hacia afuera. Y me fijé que yo andaba con los pies paralelos. Entonces, sin pensarlo mucho, pero deseando ser como él, empecé a esforzarme en andar con los pies abiertos como él. Simplemente, habría mucho los pies al andar, mucho más que él. En pocos días esa pasó a ser mi forma normal de andar. Lo había conseguido.
Pero entonces me puse a pensar que eso era una solemne tontería, que porque tenía que andar con los pies abiertos. Y entonces volví a esforzarme unos días en volver a andar con los pies paralelos. En pocos días lo conseguí.  
Al ser un niño fue muy fácil, a un adulto le cuesta más, pero sobre todo le cuesta más por su creencia de que no puede o es difícil, pero no lo es si "sabes" que es posible.

militarsTambién estuve experimentando cómo se siente uno andando estilo militar con la cadera superrígida, o como los indios norteamericanos de caza en plan felino total. La sensación interna es muy muy distinta. Os recomiendo que lo experimentes, descubriréis muchas cosas.

También os puede ser útil filmaros o miraros en un espejo, para poder veros, a veces descubres que la sensación postural que tienes no concuerda con la realidad.

Todo ese bagaje, nos es muy útil para tomar consciencia de cómo podemos tomar posturas más sanas tanto físicamente, como emocional como mentalmente. Y esa experiencia también nos ayuda, en momentos en que es necesario, poder "gobernar" que no "reprimir" las emociones. Simplemente cambiando de postura y respirar, nos puede ayudar mucho.

Evidentemente, eso no se consigue en la primera sesión, se consigue a base de atención permanente. Pero como en otras cosas, al principio requiere mucha atención consciente, pero luego poco a poco esa atención se vuelve semiconsciente y automática, y el sistema avisa automáticamente cuando toca "activar" la consciencia a eso.

En la tercera parte de esta trilogía, estará dedicada a ejercicios mucho más complejos, pero que os pueden ser muy útiles para desarrollar vuestra Consciencia Corporal.

 

Para ampliar temario:

Consciencia Corporal 1/3

"Como acercarse a los puntos que duelen y a los miedos”

"Automasaje interno"

Automasaje de manos

Enfermedad y dualidad

Karma, energía y Continuidad de Consciencia

Karma y creaciones mentales

Vértigos, mareos, enfermedades y Consciencia

Autor:  Josep Vergés  Fecha: 28/06//2015

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