Cuando tenemos un punto que duele y, por ejemplo, no lo podemos mover en todo su recorrido, pongamos que un brazo, tenemos varias maneras de resolverlo. Dependiendo de esa solución, los resultados posteriores serán muy distintos.
Una opción habitual es tomarse algún calmante para no notar el dolor. El resultado es que no notamos el dolor, es cierto, pero precisamente el dolor es una protección que nos avisa de que algo está mal. Y eso que está mal lo vamos a forzar y, entonces, el resultado final a menudo es que después del efecto del calmante, la situación es todavía peor, pues duele más al haber forzado o como mínimo lo mismo, pues la situación está igual.  Por tanto, en realidad, no es una buena solución, ya que solo enmascaramos el problema.

Otro acercamiento habitual es el de forzar. Es el típico de los entrenadores deportivos. Si no puedes estirar el brazo del todo te dicen que lo fuerces aunque duela. El problema es que precisamente el dolor que genera ese músculo provoca automáticamente la tensión del músculo contrario para intentar evitar un daño mayor en el punto doloroso. Al final, acabamos agarrotados y con microesguinces en los dos músculos antagónicos. Por tanto, en la mayoría de los casos tampoco es solución.

Una muestra de que los agarrotamientos son energéticos y que incluso pueden llegar a defomarnos posturalmente es el caso de la gente con enfermedades mentales graves. Muchos de ellos tiene cuerpos con posturas muy retorcidas y es imposible ponerlos en posición normal mientras están vivos, incluso durmiendo. Es curioso que cuando mueren se les puede poner en una posición más o menos normal. ¿Cual es la diferencia? Todas sus cápsulas energéticas se han disuelto a nivel físico.

Existe otro acercamiento que es el de la "Consciencia Corporal" o de la "Gimnasia Holística" o cualquier otro nombre que le queramos dar en la misma línea. La clave, en este sentido, está en tomar contacto y consciencia de ese punto con dolor.
La manera de hacerlo es extender el brazo hasta que llegas al punto donde duele, momento en que se afloja un poco y  te quedas ahí, observando el casi dolor, sin apretar, sintiendo y respirando las sensaciones que surgen de ese punto. Es muy importante que no se corte la respiración, pues si pasa eso bloqueamos la capacidad de sanación. Es muy frecuente que, al mantenernos trabajando alrededor de ese punto, se acelere la respiración, volviéndose sonora, que nos suba la temperatura del cuerpo (como fiebre) e, incluso, pueden venir ganas de bostezar o de llorar. También pueden aparecer pensamientos o recuerdos que en su momento fueron dolorosos.
Es importante dejar que todo eso que surge se manifieste, se exteriorice, sin intentar bloquearlo, pues eso nos cura. Y a medida que notamos que el brazo puede ir más allá sin dolor, vamos mas allá buscando el límite del dolor, sin forzar.
Mi experiencia es que con este último acercamiento, una vez se ha liberado la causa del dolor, el brazo pude ir muchísimo más para allá de lo que se podría llegar forzando.

Algo parecido pasa con los masajes y los puntos que duelen.
Nunca se deben apretar los puntos directos que duelen (pero sí los puntos reflejos de pies o manos). Aunque a veces puede funcionar, dejamos daños colaterales y heridas internas.
 Esos puntos que duelen son cápsulas de energía bloqueada. (Ver articulo sobre estas cápsulas). Si las presionamos, reventamos la cápsula como un globo. Eso produce desgarro de tejidos internos, liberación de sustancias tóxicas acumuladas allí al torrente sanguíneo y, a nivel energético, la liberación de de todo lo retenido de golpe, como una pequeña bomba energética que desestabiliza todo el sistema energético de la persona.
(Sí se pueden poner las manos sin apretar o pasar energía suavemente).
En cambio si masajeamos alrededor de donde duele, pero sin presionar el punto justo, producimos por un lado una activación de la circulación sanguínea, que ayuda a drenar despacio pero de una manera efectiva esa cápsula. Y a nivel energético igual, se va liberando poco a poco permitiendo al sistema de la persona procesar esa energía (no hay que olvidar que esta energía está allí bloqueada porque en un momento anterior no la pudo procesar) que se va liberando poco a poco.
Normalmente el punto de dolor se va reduciendo de tamaño, y llega un momento en que podemos masajear la parte que dolía sin problemas. En ese momento, aquello ya esta sanado.
Mientras estamos trabajando alrededor, es también habitual que la persona cambie la respiración, llore, etc. Es muy importante que pase lo que pase por su mente o lo que sienta no deje de respirar. Cuando bloqueamos la respiración para dejar de sentir, dejamos de sentir ese dolor, pero impedimos su sanación.

Con los miedos pasa  algo parecido. Hay tres formas típicas de reacción ante el miedo. Una es negarlo, otra acercarse a lo que nos crea miedo y ver si es real y otra es quedarnos en un rincón paralizados.
 Negándolo no lo resolvemos, pero nos posee igual. Quedándonos paralizados, evidentemente tampoco se resuelve, está siempre ahí a la vista paralizándonos.
En cambio si nos acercamos a eso que nos da miedo, poco a poco,  respetando el permitirnos parar si sentimos que nos sobrepasa, respirando, la mayoría de veces nos damos cuenta de que aquello que, por ejemplo, había en medio de la habitación que nos daba tanto miedo al verlo en la penumbra, era simplemente un osito de peluche y nos hemos montado una película.

Por tanto, ya sea un tema físico o emocional, en definitiva los dos son energéticos, el acercamiento debe ser desde el respeto a uno mismo y a lo que nos indica ese dolor. "Contemplando" con AMOR y respeto ese punto lo transmutamos.
Si lo "odiamos" y forzamos, en realidad no solo no lo curamos, sino que lo reforzamos. Puede parecer que se cura, pero en realidad puede que se traslade a otro sitio o que, simplemente, no sintamos dolor, pero entonces no sentimos esa zona, porque en realidad lo que hemos hecho es desconectar esa zona de nuestro cuerpo. Y poco a poco vamos perdiendo sensibilidad y aparecen achaques más fuertes.
Os recomiendo que lo experimentéis con respecto a vosotros mismos.

Para ampliar el temario:

Consciencia Corporal

 

Autor:  Josep Vergés  Fecha: 30/3/2014

Porque Creative Commos, clica parea leer

Licencia de Creative Commons
Como acercarse a los puntos que duelen y a los miedos by Josep Vergés is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.