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Plato vegano

Actualmente, se está produciendo un fuerte crecimiento del veganismo. Por eso he querido escribir este artículo.

Voy a desarrollarlo en tres partes, para comentar los tres aspectos relacionados con este tema:

-En este primero me voy a centrar más en explicar lo que representan estos movimientos y sus implicaciones con la ética.

-En el segundo (Vegetarianos, veganos y salud (2/3) me voy a centrar más en el aspecto salud.

-Y en el tercero (“Vegetarianos, veganos y química” en preparación) me voy a centrar en el problema de la relación de este movimiento con la química.

Al final del artículo encontraréis una pequeña lista de las palabras relacionadas con el tema para facilitar el seguimiento.

Cada vez más gente, por distintos motivos, se va acercando al vegetarianismo en sus diferentes variantes. Poco a poco se va normalizando el hecho de ser vegetariano: ya no se nos ve como unos bichos raros, los restaurantes “normales” van incluyendo más platos para vegetarianos, hay más restaurantes que apostan directamente por este tipo de comida exclusivamente, etc. También se va generando una industria de la alimentación, donde se preparan los alimentos comunes entre vegetarianos. Ese aumento produce además un efecto llamada, es decir, hace que más gente vaya mostrando interés en el tema. Podríamos seguramente decir que “está de moda”.

Desde hace miles de años hay zonas del planeta donde la mayor parte de la población es vegetariana. Por ejemplo, en la zona sur de la India más del 80% de la población es ovolactovegetariana o directamente vegetariana. Y para los detractores del vegetarianismo que dicen que no es posible vivir sin comer animales, esta realidad les desmonta la teoría.

Vamos a centrarnos en occidente, pues es la realidad que conozco y la de los más posibles lectores de este artículo. Aunque hoy en día, con la mundialización, la mayoría de comentarios serán válidos para todo el planeta.

Símbolo de alimento vegano

A principios del siglo XX se produjo un gran aumento del interés por lo natural y el retorno a una vida y alimentación sanas, especialmente en países como Alemania, Suiza, etc. Y, aparte de un fuerte crecimiento del naturismo, del nudismo, etc., también empezó a desarrollarse un interés por el vegetarianismo.

Hay que tener en cuenta que en aquella época, excepto la gente rica, se comía muy poca carne y aún menos pescado. En la mayoría de familias se comía carne cada varios días, cuando se mataba una gallina, un conejo u otro animal pequeño que se criaba para este fin. En las ciudades se compraba en el mercado, con lo que en general aún se comía menos. Los huevos se comían cuando había y en las ciudades eran caros, por lo que se comían pocos. Y la leche como tal la tomaban los niños, pero en los adultos era raro. Si se consumían quesos y similares, era básicamente porque se conservaban sin problemas.

El auge por el vegetarianismo vino por dos razones principales:

Un interés por la salud, que veremos en el siguiente artículo Vegetarianos, veganos y salud (2/3) y, por otra parte, y es lo que aquí veremos, por razones éticas.
Mucha gente se empezó a plantear si era ético matar animales para ser comidos, y por eso se fueron implicando en el vegetarianismo. Y eso en una época en la que los animales para ser comidos normalmente vivían en semilibertad, pero ya se cuestionaban el hecho de matar.

Pero hoy en día, además de no matar los animales, se une la cuestión ética del sufrimiento de los animales hacinados y maltratados en las granjas. Son verdaderas “fábricas” automatizadas para “fabricar” carne. En unos espacios ínfimos, pueden vivir el corto tiempo que tardan en crecer estos animales, sin poder prácticamente moverse, porque eso representaría a lo mejor que necesitasen un 10% más de comida.

Y los dueños solo ven números en una hoja de cálculo, no seres vivos. Viven de una forma, igual que ahora nos preguntamos cómo se podía por ejemplo aceptar la esclavitud, en un futuro no muy lejano se preguntarán cómo se podía permitir esta “bestialidad”.
Por mi trabajo a veces he tenido que entrar en granjas, y os aseguro que salgo muy feliz de ser vegetariano desde los 18 años y no contribuir a esa masacre. Cuando salen de allí, esos animales son trasladados muchos kilómetros, durante los cuales están estresados. Luego son matados sin ninguna consideración ni respeto, y probablemente aún medio vivos se les despluma o quema el pelo; yo lo he visto, no es algo que alguien me haya contado.

Pollo en jaula muy maltrecho

Conocer esa realidad está haciendo que mucha gente se cuestione si ese estilo de vida es ético. Si el ser humano, siendo como es en realidad un animal más del planeta, tiene derecho a hacer eso con otros seres vivos. Algunos reducen parte de ese conflicto, comiendo solo carne, huevos o leche de animales que viven en espacios abiertos y libres.

Al menos se les evita toda la vida de torturas y sufrimiento, y solo está el momento del sacrificio en caso de la carne. Sería un poco, como se ha hecho durante miles de años, en los que el humano ha convivido con animales que básicamente comían restos de comida o estaban más o menos sueltos, y cuando tocaba se los mataba y comía. Más o menos como se hace en la naturaleza, en que unos animales se comen a otros. Este planteamiento podríamos decir que es más ético que contribuir a ese inmenso sufrimiento.

Un paso más son los ovolactovegetarianos, que no comen carne, pero sí lácteos, huevos y miel.

Es decir, no matan animales para comer, pero sí aprovechan la leche y los huevos, o la miel, es decir, se acepta consumir cosas que producen los animales, pero no matarlos. Podríamos decir que es un grado menor de explotación de los animales, al no aceptar su sacrificio, pero sí lo que producen.

Algunos aceptan cualquier tipo de huevos y lácteos, y otros además incluyen la condición de que sean animales que tengan una vida “agradable” con espacio, semilibertad, etc. Por ejemplo, pueden comer queso hecho de leche de cabras que salen al monte cada día con el pastor, pero no de cabras encerradas en una granja.

Tradicionalmente, el siguiente paso es el vegetarianismo puro. Es decir, aceptar solo productos de origen vegetal, y ninguno de origen animal (algunos con la excepción de la miel). Dentro de los vegetarianos, desde el acercamiento tradicional, en general predominaba el acercamiento ético, aunque en algunos casos también por salud. Se buscaba una alimentación basada en vegetales, pero también que ese alimento fuera natural, evitando al máximo la intervención industrial.
También desde la aparición masiva de la química en la agricultura, muchos vegetarianos u ovolactovegetarianos le suelen dar importancia a que los alimentos sean de origen ecológico, sin química ni procesos industriales, tanto por razones de salud como éticas, para no dañar el medio ambiente.

En los ambientes vegetarianos clásicos, en general, la selección de los menús y la presentación es la que es. Es decir, las cosas se comen tal cual son una vez cocinadas, sin intentar que aparenten ser otra cosa. Por ejemplo, si comes col comes col, si comes una papilla de cereales es una papilla de cereales, y aunque pueden ser guisos sofisticados y con sabores maravillosos, no se intenta que “parezcan otra cosa”. Esta era una de las barreras de entrada al mundo vegetariano, echar de menos los otros sabores y texturas a la que las personas están acostumbradas y encontrarse con otras nuevas.

Recientemente se ha puesto de moda el veganismo.

Es una moda que está creciendo con mucha fuerza y donde la base es que se es muy estricto con no usar nada de origen animal, es decir, ni carne, ni huevos, ni leche, ni miel. Por lo tanto, lógicamente, la alimentación se basa en vegetales. Obviamente, una de las principales razones de que mucha gente se haga vegana, es por cuestiones éticas de no explotar animales. Tampoco usan cuero u otros subproductos de origen animal de ningún tipo.
Pero es sorprendente que no se dé importancia ni rechazo alguno al uso de alimentos sumamente procesados por la industria e incluso de aditivos químicos. Podríamos decir que no le dan importancia a lo “natural” y sano, solo a lo ético. La parte sobre salud de ese aspecto lo desarrollo en los otros dos artículos.

Otra de las características diferenciales del veganismo respecto al vegetarianismo, digamos, clásico, es una gran tendencia general a presentar alimentos idénticos a los tradicionales “animales”, con el mismo aspecto, textura, sabor, etc. Todo eso, usando alimentos vegetales y preparados industriales a partir de vegetales.
Por ejemplo, pueden hacer una escalopa vegetal con el aspecto, sabor y textura de una hecha de carne. Si no te lo dicen y no te fijas mucho, nunca dirías que no es de carne. O patés, embutidos, pasteles, etc. donde no se ha usado un solo componente animal, y saben igual que los tradicionales.
Probablemente, eso es lo que ha hecho que mucha gente pueda entrar mejor en el veganismo. Pudiendo satisfacer su deseo de alimentarse de forma ética, sin explotación animal de ningún tipo, en cambio, no les representa un esfuerzo con respecto a “sabores y texturas”, ya que la mayoría siguen siendo las mismas, aunque muchas veces sea a costa de la “naturalidad”.

En las razones éticas para ser vegetariano o vegano no hay discusión posible; responde a creencias y sentimientos internos, en algunas personas muy profundos, de no querer crear sufrimiento y muerte para su alimentación. Porque sería lo mismo que decirle a alguien que le gusta el color azul que tiene que gustarle el color rojo o verde. Aquí los argumentos “científicos” o de cualquier tipo no sirven.

Algunos, normalmente carnívoros, para contrarrestar el argumento del sufrimiento animal, usan el de que los vegetales también tiene sentimientos y sufren. Y eso puede ser cierto, pero no sirve de excusa para seguir torturando y matando también animales. La humanidad, de momento, no está preparada para el paso de dejar de comer vegetales. Por ahora se está haciendo el paso de dejar de comer animales que ya es mucho.
Pero dentro de un tiempo, siglos quizás, la humanidad aprenderá a vivir sin comer, alimentándose directamente de Prana. Aunque rompa todos los esquemas “científicos”, ya existen en el planeta miles de personas que llevan años sin comer NADA. No es algo que me hayan contado o leído, que también, yo personalmente conozco a dos personas así y puedo afirmar que es cierto.

El vegetarianismo es un camino que poco a poco la humanidad no tendrá más remedio que ir siguiendo.

Glosario:

Ovolactovegetariano: Come vegetales, pero también huevos y lácteos (leche, quesos, yogur, etc.) y algunos productos de origen animal que no impliquen el sacrificio del animal, como la miel.

Lacto-vegetariano: Consume vegetales y lácteos, pero ya no huevos.

Vegetariano: Solo come vegetales, aunque pueden comer miel y algún otro producto producido por animales sin sacrificio ni explotación dura de los animales.

Vegano: No comen ni usan nada de origen animal.

Crudívoro: Sería una variante de vegetariano que solo come vegetales crudos, sin cocinar. Algunos pueden tomar leche natural o huevos crudos, o algunos incluso carne cruda.

Frugívoro: Consume solo frutos que no impliquen el sacrificio de la planta.

Autor: Josep Vergés Fecha: 05/05/2017

Ver artículos relacionados:

Vegetarianos, veganos y salud (2/3)

Vegetarianos, veganos y química, en preparación

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