Cada vez más gente experimenta vértigos, mareos, ver colores o estrellitas, oír voces o sonidos, además de las clásicas enfermedades, y no sabe que la mayoría de esos episodios tienen que ver con el despertar espiritual, o crisis espirituales.
Para situar el tema un ejemplo seria el típico mareo en barco o en coche que se debe a que el cerebro físico recibe señales «contradictorias» respecto a la «realidad» habitual. Me explico.
Para el equilibrio necesario para andar sobre dos pies, usamos a la vez muchos «sensores», como son el sentido de posición estática (unas bolitas que se mueven dentro del oído), el sentido de posición dinámica (básicamente desplazamiento de fluidos en todo el cuerpo que provocan micro variaciones de presión en su interior, aparte también de las bolitas de antes), la imagen que vemos delante de nosotros, la tensión necesaria en los músculos para mantener esa posición, y otros sentidos un poco más «esotéricos».
Todo eso junto, y mientras se mantiene coherente, nos permite por ejemplo andar aunque falle alguno-s de ellos (cerrar los ojos, por ejemplo), ya que con los demás podemos seguir sin caernos. Por eso tenemos tanta redundancia de sensores.
Pero si la información que llega de diferentes sensores no es coherente con lo que estamos acostumbrados, el procesador de todo eso se satura por no poder hacer que las cosas cuadren como está acostumbrado y sentimos vértigos, mareos, y podemos llegar a ponernos muy mal.
Siguiendo con lo del barco, la vista ve el barco quieto respecto a nosotros, pero los sensores de movimiento, posición y esfuerzo dicen que hay movimiento. Y el sistema colapsa. Por eso va bien mirar al frente en coche o el mar en barco, ya que así la información no es tan “rara”.
Con cosas más sutiles pasa lo mismo.
Si tu sistema está acostumbrado a «hacer cuadrar» unos elementos determinados del tipo que sean, incluso la energía como tal, cuando de repente alguno de ellos no es «coherente» con lo habitual por algún cambio interno, el sistema se estresa y sentimos esa sensación de vértigo o mareo. A veces puede ser muy suave y casi no nos damos cuenta, pero otras puede llegar a ser totalmente limitante o incluso perder el conocimiento unos momentos.
La causa sería parecida. Alguna de las cosas en las que normalmente estamos imbuidos, como emociones, sentimientos, percepciones (conscientes o no) de nosotros o del entorno, energías propias o externas, expansiones puntuales o permanentes de consciencia, etc, cambian a formas distintas a lo que estamos habituados, se puede producir sensaciones de vértigo, mareos o incluso “enfermedades”.
Todo tu sistema tiene que ir «acomodándose» a los nuevos elementos que vas integrando en tu percepción a medida que vas ampliando tu campo de consciencia. Todos los procesos que vivimos en el cuerpo están sucediendo simultáneamente en cerebro y psique
Tened en cuenta que un aumento de un radio de consciencia de una medida x, el volumen de consciencia incorporado es al cubo (x largo, x ancho, x alto), es decir, que se multiplica por mucho mucho el volumen de información a gestionar.
Si además eso ocurre muy de golpe, nos da la idea de la dificultad de aprender a «procesar» todo eso nuevo que se nos viene.
Requiere «tiempo», en el sentido del funcionamiento cíclico de eventos en que nos movemos en este nivel de consciencia. Y si además hay un cambio de paradigma o de dimensión pues imaginaros “la montaña rusa” en la que nos metemos.
Por eso aunque puede haber despertares de consciencia cuánticos, muy fuertes y bruscos, luego se requiere un periodo de estabilización largo a nivel temporal.
A no ser que en realidad sea un «recuerdo» de algo a lo que estamos ya habituados «anteriormente» en esta linea temporal, aunque no seamos conscientes. Por eso hay gente que hace grandes pasos en un aspecto y a otras les cuesta mucho.
Por el motivo de la ampliación cúbica del volumen de información a gestionar, eso de «abrir chacras» así a lo bruto en una sesión, tan típico de la New Age, es muy peligroso. Se debe hacer siempre progresivamente, dejando espacio al sistema para procesar todo eso.
Todo esto es válido con respecto el Avatar, el Alma y el Espíritu. Con respecto a SER, siempre ES completo y todo, evidentemente. Podríamos decir que el SER no se marea.
Entonces, cuando se produce un episodio de vértigo, mareo o enfermedad podemos adoptar distintas actitudes.
- La tradicional, que sería entrar en el proceso médico/farmacéutico. Es decir, vamos al médico, y recogiendo una serie de “síntomas externos”, pondrá una “etiqueta” a lo que nos pasa. En su “catálogo” encontrará un “medicamento” que elimina esos síntomas y nos dirá la lista de cosas que nos pasarán según su “catálogo”, tanto si le hacemos caso como si no. Pero en el caso último nos creará mucho miedo con todo lo que nos puede pasar si no tomamos lo que nos han dicho.
Siempre me ha sorprendido, cuando un amigo que tenía alguna «enfermedad», lo contentos que se ponen cuando alguien les pone una “etiqueta” a lo que les pasa. “Ahora ya sé lo que tengo” aunque luego no hagan el tratamiento y busquen alternativas.
Luego seguimos ese tratamiento, que cada vez más lo que hacen es cronificar esos síntomas, pero que sean lo suficiente suaves para decir que el medicamento hace “efecto”.
Pero bloquear esos síntomas, producirá también un bloqueo del proceso que estábamos viviendo. Y o una de dos, este se estancará y ya no avanzamos, o este cogerá suficiente presión hasta que explote por otro sitio, con lo cual tenemos un problema mayor, normalmente una “enfermedad” más grave. Y eso sin hablar de los efectos colaterales del medicamento que también pueden ser devastadores en otros aspectos.
Antiguamente, la gente se ponía en manos de alguien con sotana negra que le decía lo que tenía que hacer para “ganarse el cielo” y las cosas malas que le pasarían si no les hacía caso. Ahora se ponen en manos de alguien con sotana blanca que hace lo mismo, pero en lugar de recetar padrenuestros, receta que pagues una cuota mensual a las multinacionales del medicamento.
Si tu elección es esta y no te quieres plantear otras posibilidades, no sigas leyendo, este texto no es para ti.
- Recurrir a la medicina natural o alternativa en sus distintas vertientes. Las mejores no hablan de enfermedades, sino de enfermos, pues tienen un acercamiento más holístico.
Aunque también pueden bloquear procesos internos, como mínimo no tiene normalmente tantos efectos secundarios. Y a veces, esa planta o tratamiento natural incluso puede ayudar al cuerpo a procesar mejor y más rápido eso, con lo que sí que ayuda. - Confiar en que el SER del cual somos un avatar encarnado sabe lo que está haciendo con nosotros, y que, por tanto, la experiencia que estamos viviendo, sea la que sea, es positiva y la podemos transmutar.
Por más que haya mareos, dolores o síntomas de “enfermedad” que podamos asociar a un catálogo de etiquetas, dejamos que el proceso fluya hasta que se resuelva por sí mismo de una forma correcta. Eso no quiere decir que en algunos casos no ayudemos puntualmente con elementos naturales.
Esta opción es la más difícil de adoptar, pues nuestros propios miedos y sobre todo los de nuestro entorno juegan contra nosotros. Significa asumir plenamente que somos cocreadores y que, por lo tanto, somos los responsables de esa situación a un nivel, y que, por lo tanto, también somos los responsables de resolverlo, nadie más. Igual que si optamos por este enfoque los únicos responsables, somos nosotros, nadie más. Por tanto, no hay nadie a quien culpar si sale mal, pero asumir la propia responsabilidad no es tan cómodo como delegarla.
Seguro que habéis leído muchos casos de alguien que acabó mal porque “no siguió su tratamiento” porque hizo no sé qué alternativo. También muchos llegan al tratamiento alternativo después de estar ya destrozados por el médico/farmacéutico y sin haberlo resuelto. Primero que hay mucho tratamiento alternativo fantasma, pero sobre todo cada caso de estos sale publicado en mil sitios, pero de los miles de gentes que se cura solo, o con medios alternativos, no habla nadie.
Este planteamiento no significa que no hagamos nada. Significa buscar que hay de verdad detrás de lo que nos pasa, aunque no siempre lo averiguaremos. Pero lo sepamos o no podemos hacer cosas de manera que se facilite el proceso en lugar de entorpecerlo.
Primero de todo es importantísimo mantener la calma, pues de esa manera disponemos de toda la energía para el proceso, si entramos en miedo malgastamos muchísima energía. Por tanto, usar cualquier técnica que nos permita relajarnos cuando nos ponemos nerviosos, siempre ayudará, independientemente de lo que nos pase y de la técnica, mientras no nos haga daño directamente por algún motivo. Y sobre todo que nunca se nos corte la respiración, pase lo que pase.
Otro punto importante es hacer cosas que ayuden a que “fluya la energía”, especialmente en el punto congestionado, pero sin forzar. Podéis ver los artículos: «Como acercarse a los puntos que duelen y a los miedos” y «Automasaje interno«.
También pueden ser interesantes acercamientos como el de la Nueva Medicina Germánica del Dr.Hammer. También pueden ayudarnos otros acercamientos holísticos como las Constelaciones, etc..
También es importante revisar las creencias que tenemos alrededor de lo que nos pasa. (Ver: Karma, energía y Continuidad de Consciencia y Karma y creaciones mentales)
Pero sobre todo la clave está en la aceptación del proceso. Ese proceso “doloroso” o “incómodo”, ocurre en nosotros porque en ese momento no podemos procesar del todo correctamente algo. Y eso llega de alguna manera a afectar al cuerpo.
Si es un simple desequilibrio por ampliación de Consciencia, una vez integremos esa información y energía, igual que vinieron, los síntomas se irán. Aunque puede tardar incluso años porque podemos seguir en una continua expansión que necesita una continua adaptación, por tanto, y lo que hacemos es aprender a convivir con “esos fenómenos”.
Si es algún tipo de trauma o bloqueo energético, ya llevará tiempo con nosotros, y aquí se tendrá que ir liberando esa energía “atascada” hasta sanarla. Puede que lleve con nosotros unos días, o que lleve varias vidas, eso da igual, el proceso es el mismo, soltar, soltar y soltar.
En otros artículos explicaré casos concretos de curación con este proceso, para que sirvan de ejemplo.
Autor: Josep Vergés Fecha: 11/04/2015
Para ampliar temario:
«Como acercarse a los puntos que duelen y a los miedos”
Farmacéuticas y «Clase Médica»
Karma, energía y Continuidad de Consciencia