Según el diccionario, en relación con la astronomía, una constelación es una agrupación convencional de estrellas, es decir, un grupo de estrellas, que desde nuestra perspectiva visual tienen una relación por convención, pero si las vemos desde otro ángulo puede que estén a años luz unas de otras.
En relación con los talleres de crecimiento personal mediante constelaciones ocurre lo mismo. Depende de desde donde nos acerquemos y lo que se quiera trabajar, aparecerán unas “estrellas” u otras en la constelación. Sin embargo, si salen es porque para la persona que está “constelando” forman parte de su “constelación” interna en el área que se está tocando actualmente. Esas mismas “estrellas-personajes” puede que trabajando otra área no aparezcan o aparezcan pero realizando otra función o comportándose de forma distinta.
Las Constelaciones Familiares, «Familienaufstellung» en alemán, cuya traducción es “colocación de la familia”, fueron creadas por Bert Hellinger. Se basan en distintas técnicas grupales: el Análisis Transaccional (AT), la fenomenología y otras técnicas ya usadas anteriormente.
El trabajo, explicado de forma resumida, consiste en que alguna-s personas asistentes, representan el papel de personajes relevantes para la persona que está trabajando. De esta manera, la persona que está trabajando puede “ver” y experimentar su dinámica real interna-externa en esos aspectos reflejada en lo que ocurre en el grupo que constela con ella y, moviendo y “trabajando” con esos personajes fuera, se trabaja y “sana” dentro.
Durante la sesión, las personas asistentes son elegidas voluntariamente por distintas razones, pero cuando colaboran con el “trabajo” de otras personas, aunque de forma indirecta, también trabajan, pues resuenan con cosas propias y las remueven.
Una de las cosas que suele sorprender a las personas asistentes es cómo entran en los personajes y, sin conocer de nada a la persona que trabaja, y menos al familiar que se “representa”, la exactitud con que manifiestan ese personaje. Puede cambiar la voz, los gestos, el comportamiento…, de una forma absolutamente sorprendente y parecida a esa persona.
Hay muchas teorías para explicar por qué funciona, no voy a entrar en ello hoy. De lo que sí puedo hablar con conocimiento es de los resultados espectaculares que yo he visto en mí y en otras personas, durante mi formación y dedicación a las Constelaciones Familiares.
La línea tradicional de Constelaciones Familiares solo trabaja estrictamente el entorno familiar, pero la técnica, que es muy potente y flexible, permite trabajar en otros ámbitos o situaciones. Por ejemplo, se hacen Constelaciones Empresariales, para sanar o mejorar las relaciones en las empresas o entidades de cualquier tipo.
También se pueden trabajar aspectos internos no relacionados estrictamente con la familia, como temas de uno mismo. Un ejemplo de ello es el trabajo con la prosperidad o la falta de ella. En este tipo de trabajos suelen salir personajes de la familia, evidentemente, pero salen también aspectos (personajes internos) de uno mismo que para nosotros son relevantes y que nos están creando problemas para prosperar o avanzar en la vida.
Por eso, el título del artículo distingue entre Constelaciones y Constelaciones Familiares. «Constelaciones», sin limitación, es más amplio y permite abrir otros aspectos a trabajar.
Evidentemente, no se puede trabajar TODO con constelaciones. Hay que ver cada caso y, a veces, es evidente que no es el mejor camino. Pero muchos de los límites de lo que se puede o no trabajar, en la mayoría de los casos, los pone la capacidad, experiencia y creencias del facilitador y de la persona que trabaja.
También se puede trabajar de forma individual, adaptando la técnica. Puede ser aconsejable para según qué trabajos específicos o, simplemente, porque no se puede tener disponible siempre un grupo para trabajar.
Autor: Josep Vergés Fecha: 25/09/2011
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