Imagen de libro de cuentas de 1879

(Publicado en mi blog anterior el 11/6/09)

Actualmente estamos muy aferrados a la propiedad. Hay un montón de leyes que deciden y mantiene el «estatus quo» de la propiedad.
En algún papel pone que tal casa, o tal coche, o tal terreno, o tal empresa es propiedad de…
Y eso lo defendemos con uñas y dientes, y si hace falta con la ley o las armas.

Pero no somos conscientes del origen “originario” de cualquier propiedad.
En su momento alguien llego y dijo: “Esto es mío”, y ya sea por la fuerza o con artilugios legales, se quedó con ese terreno que antes seguro que pertenecía a alguien. Ese alguien había hecho lo mismo con otro antes.
Por ejemplo, en España, pues alguien “conquisto”, es decir, “robó” por la fuerza a algún musulmán, algo que este previamente “robo” a algún Ibero, y así hacia atrás. Lo mismo ocurrió en América con los Indios, o en África con los negros o en Australia.

(Puedes escucharlo en audio en: https://www.ivoox.com/18938841

Siempre es la misma historia. Alguien llega a un sitio, ya sea por las armas, o por la cara y dice “esto es mío”. Y a partir de ese momento, pues eso lo heredarán los hijos, o lo venderá, y con eso comprará otra cosa en otro sitio a alguien que lo “robó” previamente y con el dinero de la venta de algo robado en otro sitio.

Si seguimos la cadena, toda propiedad procede de eso.

¿Pero alguien se pregunta quién estaba allí antes? Casi siempre otros seres humanos. Y a veces nadie. ¿Pero quién nos dio permiso para quedarnos eso? Normalmente, una ley que hizo otro que quería quedarse otro territorio.

Alguien toleraría ahora que por ejemplo Portugal dijera: Mañana, quien cruce la frontera con España a partir de las 10 de la mañana, podrá entrar, vallar un territorio y registrarlo.
¿Es absurdo, verdad? De hecho, ya hay quien está vendiendo parcelas en la Luna o en Marte. ¿Quién le ha dado ese derecho?

Visto así todos vemos que es absurdo, pero si eso es antiguo, todos pasamos de puntillas y escurrimos el bulto de reconocer que CUALQUIER propiedad, en su momento, fue un robo a los demás.

El tema tiene difícil solución, y algún día los registros de la propiedad desaparecerán. Aunque va para largo.
Eso no quiere decir que cada uno no pueda DISPONER de las cosas que necesita para vivir, como una vivienda, y que no puede cuidar y tener su espacio privado y reservado para él.

Pero ya va siendo hora de que empecemos a colocar las cosas en su sitio, y funcionar más en función de la JUSTICIA real, de la lógica y no de la tradición basada en el expolio y la explotación.

Ya es hora de que se empiecen a debatir estos temas. De momento no hay una solución fácil. El comunismo como estado no es solución.

La cosa va más por la gestión del tema desde la perspectiva de que la TIERRA como planeta no nos pertenece. Nosotros pertenecemos a la Tierra.

¿Y qué derecho tiene una parte del todo a quedarse con el todo? Nosotros lo hemos hecho. ¡Qué atrevimiento! Y así nos va. Estamos muy cerca del punto de no retorno a nivel de sobrevivir en el planeta.

Lo único que podemos hacer es, con humildad, reconocer que nos hemos equivocado y volver al respeto de toda vida y del planeta. Y, por tanto, repensar TODA nuestra relación con la TIERRA y las vidas que habitamos en ella. Reconducir la situación y ver que nada nos pertenece. Que en todo caso somos usufructuarios de algo que no es nuestro, que pertenece a las generaciones actuales y futuras. Pero no solamente del hombre, también de todos los seres vivos.

Autor artículo: Josep Vergés Fecha: 11/06/2009

https://www.conscienciayenergia.org/bases-de-la-propiedad-privada/

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