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El ser vegetariano o vegano, tiene también unas implicaciones respecto a la salud importantes. Algunas personas llegan a ello buscando la salud, y otras encuentran la salud sin esperarlo al acercarse al vegetarianismo o veganismo por razones éticas.
Por eso en esta parte me voy a centrar más en los aspectos relacionados con la salud, en una opción vegetariana o vegana.
En el artículo (Vegetarianos, veganos y ética (1/3)) desarrollo las diferencias entre vegetariano, vegano etc y los aspectos relacionados con la ética del vegetarianismo y en el artículo (... química, pendiente) desarrollo los aspectos relacionados con la química de ciertos productos veganos y algunos riesgos por su ingesta.

Primero de todo hay que tener en cuenta que solo hace un siglo, excepto la gente rica, se comía muy poca carne y menos pescado. En la mayoría de familias se comía carne cada varios días cuando se mataba una gallina, un conejo u otro animal pequeño que se criaba para eso. Y en las ciudades, se compraba en el mercado, con lo que en general aun menos. Los huevos se comían cuando había y en las ciudades eran caros, por lo que se comían pocos. Y la leche como tal la tomaban los niños, pero los adultos era raro, aunque si se consumían quesos y similares, básicamente porque se conservaban sin problemas.
Precisamente por eso es conocido que la gente rica tenía graves problemas de salud relacionados con la ingesta de cantidades de carne importantes, como gota y similares. Enfermedades desconocidas por los pobres.

PieGota400Es hoy en día que se ha disparado de una forma desaforada el consumo de carne. En parte porque en su momento era reflejo de “estatus social” elevado. Y aunque no es objeto de este artículo, mencionar que esto está siendo un drama a nivel planetario por la sobreexplotación de recursos necesarios para la producción de esa cantidad de carne. De media producir 1 Kg de carnes implica el consumo de 10Kg de vegetales, que si se usaran directamente para la alimentación humana significaría el uso de 10 veces menos recursos.

Ese aumento de alimentos de origen animal está produciendo una cantidad importante de enfermedades, algunas directamente relacionadas y reconocidas por la “ciencia oficial”, como problemas de obesidad, cardiovasculares, etc. Y otras muchas quizás no tan evidentes, y no reconocidas “oficialmente” como problemas digestivos y similares.

En general una de las primeras cosas que suelen comentar las personas cuando se hacen vegetarianos del tipo que sea, y aunque no sean estrictos y de tanto en tanto coman algo de carne o pescado, es una gran sensación de mejora, de mayor vitalidad, de sentirse “bien”, de sentirse más ligero, más activo (sin ser hiperactivo), más alegre, si hay una obesidad entonces una importante pérdida de peso, etc. Eso tiene una razón muy sencilla, el cuerpo, aunque en teoría recibe menos calorías al comer alimentos menos calóricos, también necesita consumir mucha menos energía y recursos para procesar cosas difíciles de digerir como la carne. Y otro motivo importante es que se dejan de tener que dedicar grandes esfuerzos a eliminar las toxinas que la carne produce al ser digerida.

A veces también escuchamos que alguien se hizo vegetariano y pasado un tiempo se sentían muy débiles, etc y te dicen que vuelven a comer carne porque si no no tiran. Esa sensación es cierta y real para ellos, pero sobre esto hay muchas cosas que decir.
La carne produce muchas toxinas en su digestión, muchas de esas toxinas son excitantes que podríamos decir comparables al café en su efecto. Entonces al dejar de comer carne, ese nivel alto de toxinas desaparece, y es como cuando un adicto al café lo deja que se queda como adormecido.
Además, en todo el proceso actual de sacrificio de las animales, estos viven mucho estrés. Por tanto cuando mueren están “cargados” de adrenalina. Adrenalina que luego se ingiere con la carne, produciendo excitación.

Otro problema al pasar a ser vegetariano, es que muchas veces se hace de golpe. Eso para según quien puede no ser ningún problema, especialmente si ya era alguien que ya comía muy poca carne. Pero si era alguien “come carne”, el cuerpo necesita un tiempo, a veces largo de adaptación.
Igual que un músculo como más se usa, más se desarrolla, con los órganos del cuerpo (dentro de ciertos límites) ocurre igual. Se adapta a nuestra alimentación habitual, y si en esa alimentación hay un exceso de algunas sustancias se adapta a eliminar el exceso, y si hay carencias, se adapta a retener al máximo posible. Eso es normal y lógico y es una adaptación de millones de años para facilitar la supervivencia de la especie. Pero si de repente, algo de lo que teníamos aportes muy importantes, dejamos de aportarlos, y el cuerpo está adaptado a eliminar eso, será fácil que entremos en carencia. Y al revés, si no había casi aporte y de repente hay un aporte importante, podemos tener una elevación anormal de esa sustancia.

Por esta necesidad de adaptación, es mejor ir haciéndose vegetariano, que no “hacerse” de golpe vegetariano. La mayoría de gente que conozco que lo hizo despacio, sin prisas, pero cada vez más siguen siéndolo del todo o mucho (hay que de tanto en tanto se permiten alguna cosa). La gente que un día lo decide y se vuelven “radicales”, muchos siguen después de mucho tiempo, pero otros muchos lo dejan por que te dicen que “tuvieron problemas”.

ColesterolAdemás hay otro factor importante poco conocido por los sectores de medicina “oficial”. Cuando el cuerpo pasa a ser mejor tratado y alimentado, este se fortalece, y aumenta su capacidad de “limpieza” de cosas que tiene dentro indeseables. Entonce se suele iniciar un proceso de “depuración” de forma espontánea, y empieza a eliminar las sustancias que antes fue incapaz de eliminar y por eso fue acumulando.
Esas sustancias que por ejemplo estaban acumuladas en el tejido graso, al volcarse al torrente sanguíneo para su depuración y eliminación, pueden provocar los síntomas lógicos relacionados, e incluso ser detectados en análisis. Y entonces es cuando te dicen que no pueden ser vegetarianos porque “mira lo que les pasó”.
Normalmente estos síntomas, tratados desde la medicina natural con plantas, homeopatía, trabajos energéticos o lo que sea, suelen mitigar o desaparecer. Y de todas maneras, sin hacer nada, pasado ese periodo de “depuración”, se suele entrar en una franca mejoría y un bienestar no conocido antes. Hay que ser consciente que como más años hayamos estado “intoxicándonos” más largo puede ser ese periodo de depuración.

Otro argumento que corre por ahí, y que he oído a mucha gente para autojustificarse: ”es que mi cuerpo necesita la carne”. Es por ejemplo la teoría del grupo sanguíneo 0. Se dice que porque eran los cazadores, o algo así, y necesitan más proteína animal. Y no es cierto, quizás si necesitan más “proteína”, pero no tienen porque ser de origen animal.

Otro aspecto a tener en cuenta es que la mente controla mucho más de lo que nos imaginamos el cuerpo. Si nos hacemos vegetarianos, pero tenemos la creencia interna que no es posible que lo seamos, no lo conseguiremos, nos pasaran mil cosas que al final nos servirán para justificar que ”me gustaría pero no puedo”.

En general mi experiencia es que la gente vegetariana, que come con un cierto sentido común y tiene una actitud mental ante la vida sana, suele estar mucho mejor y enfermar mucho menos que la gente carnívora. Pero también conozco vegetarianos que están mal, porque se obsesionan en teorías a veces un poco raras, y no comen según que cosas o comen mucho de otras y eso puede ser problemático.

Es muy importante acostumbrarse a “escuchar el cuerpo” este es sabio y ”sabe” lo que necesita. Si no tomamos alimentos procesados que lo engañen, ya nos pide que comamos alimentos que le aportan cosas concretas que necesita. Si necesita un aporte adicional de alguna sustancia concreta, por ejemplo magnesio, pues sentiremos apetito de por ejemplo “platanos”, pues el cuerpo “sabe” que llevan esa sustancia en cantidades significativas. Y una vez a recibido la cantidad de nutrientes que necesita, cesa esas “ganas”.

Es cierto que algunas “adicciones” pueden alterar un poco eso, y tomar más de lo necesario de un alimento. Eso ha veces puede ocurrir más que por factores físicos por razones psicológicas. Por ejemplo comer en exceso para compensar frustraciones.

También si un alimento nos crea algún tipo de problemas, el cuerpo tenderá a rechazarlo, y aunque puede que por razones de costumbre o de “creencias de necesidad” seguimos tomándolo, “sabemos” que nos sienta mal. Me refiero más allá de alergias, aunque también se podrían incluir a veces.

Yo personalmente llevo muchísimos años siendo lacto-ovovegetariano, y nunca me he preocupado mucho de las cantidades ni combinaciones, y he comido un poco de todo, y procurado que fueran alimentos ecológicos, y lo más naturales posibles, y la verdad, en mi pueblo no se ni donde está la consulta del médico, hace muchos años que no voy.

Otro factor importante es que se debe procurar que los alimentos sean ecológicos y en la medida de lo posible de variedades tradicionales, que a lo mejor son más feas o pequeñas, pero muchísimo más nutritivas. Una manzana no ecológica de variedades para “producción” a lo mejor incluso transgénica, y cultivada en un terreno agotado y con estimulantes no tiene nada que ver con una manzana ecológica de variedad clásica, en terreno “vivo”. La diferencia es que para obtener los mismos nutrientes más allá de los simples hidratos de carbono que si están, la relación puede ser de 1 a 4. Es decir hace falta comer 4 de las sintéticas para obtener lo mismo que de una natural. Esa es otra de las causas típicas de carencias. Se piensa que se esta “comiendo” y en realidad es casi comida basura.

Otro barrera típica a ser vegetariano, son los sabores y texturas. Eso hace que se haya puesto muy de moda “preparados” industriales, que se les llama “naturales” porque proceden de vegetales, pero por su proceso no tienen ya nada de vegetales ni de naturales. Y aunque sin abusar pueden ser interesantes, porque permiten mayor variedad, permiten acostumbrarse mientras tanto a otros sabores y texturas sin problemas. Pero a veces pueden ser más tóxicos o problemáticos que la propia carne. Y hay personas que solo comen este tipo de productos, para “mantener” los sabores a los que están acostumbrados.

En resumen, mi experiencia es que es más saludable ser vegetariano en la medida de lo posible. Si se hace con un mínimo sentido común y teniendo en cuenta unas mínimas normas de nutrición básicas, no debería haber ningún problema. El 60% de la población del sur de la India son vegetarianos o lactoovovegetarianos desde hace miles de años, y no tienen ningún problema de salud, a no ser que pasen hambre, pero ese es otro problema.

 

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Vegetarianos, veganos y química, en preparación

 

Autor: Josep Vergés Fecha:  08/09/2018

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